Errores médicos

Mi madre fue víctima y con ella toda mi familia. Murió debido a un error médico. La historia es tan dolorosa como fascinante y por razones obvias no profundizaré en ella. Pero lo que digo a continuación es cierto, usted o alguien cercano a usted, podría ser también víctima, las estadísticas lo demuestran.

Me causó enorme sorpresa un reciente titular de prensa: “Los errores médicos, tercera causa de muerte en Estados Unidos”. En este país, el promedio de muertes por errores médicos, según estudios que datan desde 1999, es de 251.454 al año. Y el número podría ser mucho mayor, pues quienes realizaron el estudio, publicado por la revista British Medical Journal, tan sólo documentaron muertes ocurridas en los hospitales de Estados Unidos, no en consultorios ni en otros escenarios. Ellos mismos aseguran que la cifra podría ser hasta de 400.000 muertes al año.

Pero si nos quedamos con la cifra original, la matemática nos dice que, por errores médicos, en Estados Unidos mueren 689 personas diariamente. Algo realmente impresionante. Es una cifra muy superior a muertes producto de accidentes de tránsito o a la violencia en cualquier país del mundo. Y tan sólo superadas por las muertes causadas por enfermedades cardiovasculares y por el cáncer.

Las estadísticas no son oficiales, pero no dudamos de la seriedad de los investigadores quienes sin obstáculos han dado la cara, son los profesores Martin Makary y Michael Daniel, de la Universidad John Hopkins.

Los responsables de los errores no son solamente los doctores, también enfermeras o enfermeros, los mismos hospitales, farmacias o droguerías, laboratoios y otros actores del sistema. Destaco, como lo anotan los mismos investigadores, que este no es un problema solamente de Estados Unidos, se presenta en todos los países.  

Mi inquietud es ¿cómo disminuir estas cifras? Quizás la academia juega un papel importante. Valdría la pena que nuestras universidades se autoevaluaran para ver hasta dónde una pobre educación juega un papel importante en este penoso proceso. No pretendo ir más allá en este análisis, no me corresponde. Todos los integrantes del sistema deben buscar las soluciones y, claro está, el gobierno.

Pero usted puede hacer mucho. Pedir doble opinión y hasta triple, en casos que lo ameriten. Investigar más acerca de las medicinas que le recetan, y de sus efectos secundarios. Evitar las autorecetas o recetas de familiares o amigos. Investigar sus derechos en hospitales y tratamientos médicos y exigirlos. Denunciar casos comprobados de mala práctica médica, de fallas en hospitales y en centros médicos. Analice muchas veces antes de hacerse una  cirugía estética. Lleve ante la justicia, si es necesario, a culpables de negligencia médica, no hacerlo significa permitir que en los quirófanos, salas de emergencia, consultorios, continúen trabajando asesinos en potencia, hay que desenmascararlos por lo menos. Hay que aclarar, sin embargo, que aun siendo las cifras altas, una gran mayoría de la comunidad médica es gente seria, responsable, profesional; lo que sucede es, como es norma, unos cuantos hacen quedar mal al resto, hay casos independientes de descuido, los hay casuales, pero otros en que la irresponsabilidad está marcada y remarcada.  En fin, use el sentido común, recuerde que se trata de su propia vida o quizás la de seres queridos. En sus manos podría estar el salvarlas.

 

    Juan Latino

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