El insomnio

Por Juan Latino

Los desórdenes relacionados con el sueño afectan a por lo menos un 56 por ciento de los estadounidenses adultos y el problema se refleja en idénticas o mayores proporciones en otros países. 

Una encuesta demuestra, además, que una tercera parte de las personas, de todas las edades, duermen un promedio de 6 horas y media diarias en vez de las 8 recomendadas.

“El impacto social de la pérdida de sueño y otros problemas relacionados con el sueño, es bastante grande”, dijo desde Washington Richard Gelula, exdirector ejecutivo de la Fundación Nacional del Sueño de los Estados Unidos (National Sleep Foundation). “Los costos directos del insomnio, en Estados Unidos solamente, están calculados en 14.000 millones de dólares anuales”.

El insomnio presenta características muy específicas que se reflejan en la dificultad para dormir, mucho movimiento en la cama, levantarse a caminar en la noche o muy temprano en la mañana. Produce fatiga al día siguiente y muchas veces sueño a horas inapropiadas, mal humor y dolor de cabeza.

Se presenta en tres formas: Temporal, intermitente o crónico.

Aunque es notable el número de personas de mayor edad que sufren del problema, Gelula anota: “Décadas de investigación nos han demostrado que la somnolencia, letargo y fatiga, afectan la salud de  personas de cualquier edad, disminuyendo su productividad”. “Sí, los estadounidenses son lentos para buscar ayuda y tratamiento especializado para los problemas del sueño. En efecto, de las personas afectadas, solamente un 4 por ciento lo hace”.

Las causas son múltiples. “En mi caso han sido varias las causas del insomnio, según mis médicos y ha sido intermitente”, dice Milagros Lafontaine, maestra escolar de Miami, Florida, quien enfrenta el problema. “Una de ellas ha sido la depresión. Sufrí de esto durante un tiempo y me causó insomnio a tal grado que me pasaba noches enteras en vela”. “Otras dos causas comprobadas, son la anestesia, que afecta mi sistema nervioso y el cambio hormonal, ya que tengo desbalance hormonal”. Para todo ello Milagros ha tenido tratamiento después que los doctores han encontrado las causas originales.

  

“Mucha terapia, pastillas especiales y en algunos casos remedios naturales, he usado para combatir el problema”, anota Milagros. Y agrega: “He tenido dos cirugías con anestesia general y los resultados de insomnio han sido los mismos. Mi médico está de acuerdo con ello aunque el anestesista tiene otra opinión, pero lo cierto es que lo he experimentado, aunque el problema desaparece con el tiempo”.

“Urgimos a la gente, más aun a las personas adultas que creen que ya no hay remedio, para que se hagan tratamientos”, dice el presidente de la Fundación Nacional del Sueño. “El insomnio puede ser tratado pero hace falta acción por parte del paciente para que el doctor pueda identificar el origen y el tratamiento a seguir. Es un problema que debe ser tomado más en serio”, agrega Richard Gelula.

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