Andrea tiene 18 meses de edad, es una niña muy despierta y desde que nació ha gozado de buena salud. Excepto hace unos días que comenzó a vomitar sin parar. En un comienzo, sus padres, Mario Alberto y Paula, pensaron que se trataba de algo normal. Pero a medida que corrían las horas comenzaron a preocuparse El vómito se volvía cada vez más contínuo y poco después se complicó con diarrea.
"Fue entonces cuando decidimos llevarla al hospital", nos dice Paula Ochoa. "Es nuestra única hija y debo reconocer que no tenenmos la experiencia necesaria pero eso no hace falta para darse cuenta que algo grave estaba ocurriendo.
En el hospital le dieron a beber a la niña una botellita de suero y la despacharon para la casa. Pero el problema siguió aquella noche y los padres decidieron llamar a su peditara y comunicarle lo que había pasado. Ella les dió el nombre de otro hospital afiliado a la compañía de sguros HMO que ellos tienen a través del trabajo de Mario Alberto.
Allí permaneció Andres 7 horas en la sala de emergencias. Su pediatra fue verla y ordenó la hospitalización.
"Fueron 4 días de incomodidad y verdadero martirio en que ni Mario ni yo trabajamos. La familia nos colaboró pero decidimos que uno de los dos o los dos deberíamos permanecer todo el tiempo con la niña", dice Paula.
La doctora diagnosticó que la bebé tenía gastroentiritis y que para ella no hay medicinas por la edad. Así que lo único posible sería mantenerla en observación y solamente con suero para evitar la deshidratación, pero no podía ingerir ningún alimento.
"Por poco nos caemos cuando a la semana siguiente nos llamaron del hospital a cobrar la cuenta. Nos dijeron que enviáramos cuanto antes un cheque de $400 dólares con lo cual quedaban pagos de nuestra parte los gastos de hospital y que el seguro cubriría el resto".
"Pero al preguntarles el valor total de la cuenta, fue el gran susto, $6.930 dólares, solamente de hospital, sin cubrir a la pediatra", anota Paula.
"Nos tranquilizaron diciendo que con seguridad no tendríamos que pagar nada extra y la verdad es que quedé muy satisfecho", dice Mario Alberto. Y agrega: "Lo más importante es que nuestra hija quedó bien y la trataron muy bien en el hospital. La cuenta, sabiendo que no le dieron ni una sola medicina, y apenas fueron tres días y medio, me pareció una exageración. Los $400 dólares que pagamos corresponden a $100 diarios por el cuarto. La verdad no logro acomodar esa cifra de ninguna manera, pero eso es cosa de ellos, del hospital y del seguro".
Cuando preguntamos a Mario Alberto si pensaba reclamar dijo que no. Tampoco le importa si le envían la cuenta en detalle o no. "Lo que sí es cierto es que el seguro que tenemos es muy bueno", dice Paula. Y casi cortándole, su esposo comenta: "Y también es cierto que los seguros de salud son más caros porque los hospitales cobran sin medida ni control".