Generalmente toda organización parte de una idea. Y los pasos para convertirla en realidad son sencillos.
El primer paso es reunir a un grupo pequeño de amistades y exponerles la inquietud. Ojalá sean personas de confianza, con buenos contactos y que se identifican con las intenciones del gestor.
De allí debe salir la convocatoria a una asamblea y la distribución de ciertas actividades como la publicidad, la búsqueda de un local, etc.
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